Melanoma

El cáncer de piel es uno de los cánceres más comunes en el mundo. Existen tres tipos principales de cáncer de piel: el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular (o escamosos) y el melanoma, siendo este último tipo un cáncer de piel que comienza en los melanocitos.

¿Qué son los melanocitos?

 La piel tiene varias capas, entre ellas la epidermis, la capa más externa de la piel, que se compone, a su vez de tres tipos de células: escamosas (las más externas), basales que se encuentran debajo las células escamosas y los melanocitos.

 Los melanocitos son células especializadas productoras de melanina, que es el principal pigmento (generalmente negro) responsable del color de la piel y el cabello. Entre otras, una de las funciones de la melanina es la de proteger los queratinocitos (células que producen queratina, que es el componente mayoritario de las capas más externas de la epidermis) contra el daño del ADN inducido por la radiación ultravioleta.

 ¿Qué es el melanoma?

 El melanoma, también conocido como melanoma maligno o melanoma cutáneo, es mucho menos frecuente que otros tipos de cánceres de piel, pero es el tipo más grave de cáncer de piel porque es mucho más probable que se propague a otras partes del cuerpo si no se descubre y se trata a tiempo. Además de en la piel, también puede manifestarse en los ojos y, rara vez, dentro del cuerpo, como en la nariz, la garganta o el sistema gastrointestinal.

El melanoma por lo general comienza en la piel normal como un crecimiento nuevo, pequeño y pigmentado, con mayor frecuencia en las áreas expuestas al sol. Aunque alrededor de uno de cada tres melanomas se desarrolla a partir de un lunar.

El melanoma puede afectar a las personas de todos los tipos de piel. En las personas con tonos de piel más oscura, el melanoma tiende a producirse en las palmas de las manos o las plantas de los pies, o bajo las uñas de los pies y manos. En los hombres aparece con mayor frecuencia en el rostro o el tronco y en las mujeres se desarrolla, más habitualmente, en la parte inferior de las piernas.

 Los principales tipos de melanomas son:

 • Melanoma de extensión superficial. Es el tipo más común de melanoma y representa alrededor del 70% de todos los casos. Comienza creciendo en la capa superior de la piel y con el tiempo, penetra con mayor profundidad en la piel. Generalmente es plano e irregular en forma y color, con sombras variables de negro y café. Es más común en personas de piel clara.

• Melanoma nodular. El melanoma nodular es el segundo tipo más común de melanoma y representa alrededor del 15 por ciento de todos los casos. Crece más rápido que otras formas de la enfermedad, por lo que este tipo de melanoma se considera agresivo. Aunque puede presentarse en personas de todas las edades y razas es mucho más habitual en personas de tez clara y mayores de 65 años.

• Melanoma lentigo maligno. Representa alrededor del 4 al 15 por ciento de los melanomas que se diagnostican en todo el mundo. Generalmente se forma en la cara, las orejas o el cuello de las personas mayores que tienen la piel dañada por el sol. Con frecuencia causa una apariencia con manchas. Esta forma de cáncer de piel suele tardar mucho en diseminarse. Por esas razones, a menudo se confunde con el daño benigno de la piel causado por el sol.

• Melanoma lentiginoso acral. El melanoma lentiginoso acral es un tipo específico de melanoma que aparece en las palmas de las manos, las plantas de los pies o debajo de las uñas. Aunque es relativamente infrecuente y puede aparecer en todo tipo de pieles, es el tipo de melanoma más común en las personas de piel más oscura y de ascendencia africana o incluso asiática. Este tipo de melanoma puede ser difícil de diagnosticar. 

 Epidemiología del melanoma

 Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en España se diagnostican unos 6.179 casos nuevos al año de melanoma de piel. Es uno de los tumores que más está aumentando en incidencia en occidente, debido probablemente a los hábitos de exposición solar y quizá también a una mayor concienciación de la población que consulta más a sus dermatólogos ante aparición de lesiones en la piel.

 Prevención del melanoma:

 La mejor prevención es una exposición responsable al sol. Hay que evitar la exposición prolongada sobre todo en las horas centrales del día y usar cremas con factor protector alto (50 SPF o más) en las zonas expuestas al sol (sobre todo en verano). Esto es especialmente importante en personas con piel clara y en los niños.